Novena a la virgen de Guadalupe – Día 7
Este día nos invita a sumergirnos en la confianza plena que María tenía en Dios. A pesar de los desafíos y misterios, ella confiaba inquebrantablemente en el plan divino.
Es una lección sobre soltar, confiar y entender que aunque no veamos el camino completo, Dios siempre está guiando nuestros pasos.
Novena la Virgen de Guadalupe Día 7 completa
Preparación:
Antes de comenzar, acondiciona tu lugar de oración. Enciende una vela que representa tu fe y devoción. Respira profundamente, serenando tu mente y corazón, y entrégate a este momento de comunión con la Virgen María.
Oración Inicial:
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Virgen de Guadalupe, en este séptimo día de novena, me acerco a ti con humildad, buscando tu guía y protección. Refuerza mi fe, y ayúdame a mantener una conexión profunda con Dios en todo momento.
Lectura Bíblica – Juan 2:1-5:
Tres días después se celebraban bodas en Caná de Galilea, y la madre de Jesús estaba allí. Jesús también fue invitado con sus discípulos. Y como faltaba vino, la madre de Jesús le dijo: «No tienen vino». Jesús le respondió: «Mujer, ¿qué tenemos que ver nosotros? Mi hora no ha llegado todavía». Pero su madre dijo a los sirvientes: «Hagan todo lo que él les diga».
Meditación:
Reflexiona sobre la fe inquebrantable de María en su hijo Jesús y cómo, incluso antes de que comenzara su ministerio, ella confiaba en él plenamente. Piensa en cómo puedes depositar una confianza similar en Dios y en la intercesión de la Virgen de Guadalupe en tu vida.
Oración del Día:
Amada Virgen de Guadalupe, en este séptimo día, te pido que aumentes mi fe y confianza en Dios. Inspírame a seguir tu ejemplo de entrega y devoción inquebrantables. Ayúdame a confiar en el plan divino, incluso cuando no vea el camino completo.
Oración Final:
Gracias, Madre amorosa, por tu constante apoyo y guía en mi vida. Te imploro que intercedas por mis peticiones y las de todos los que te invocan con esperanza y amor. Amén.
Reza un Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria.
Concluye haciendo la señal de la cruz.