Novena a la virgen de Guadalupe – Día 6
En el sexto día, reflexionamos sobre nuestra relación con los demás. Inspirados por María, comprendemos la importancia del amor, la solidaridad y el apoyo mutuo.
Nos damos cuenta de que nuestra fe cobra vida cuando la compartimos, y que somos llamados a ser luz para otros.
Novena la Virgen de Guadalupe Día 6 completa
Preparación:
Prepara tu espacio sagrado de oración. Enciende la vela que simboliza tu fe y conexión con la Virgen de Guadalupe. Toma un respiro profundo y céntrate en este momento sagrado.
Oración Inicial:
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Virgen María de Guadalupe, en este sexto día de novena, te agradezco por tu constante acompañamiento y amor. Te pido que me guíes y me otorgues la sabiduría para reconocer la voluntad de Dios en mi vida.
Lectura Bíblica – Lucas 2:46-51:
Al tercer día, lo encontraron en el Templo, sentado en medio de los doctores, escuchándolos y haciéndoles preguntas. Todos los que lo oían estaban asombrados de su inteligencia y de sus respuestas. Al verlo, sus padres quedaron maravillados y su madre le dijo: «Hijo mío, ¿por qué nos has hecho esto? Piensa que tu padre y yo te buscábamos angustiados». Jesús les respondió: «¿Por qué me buscaban? ¿No sabían que yo debo ocuparme de los asuntos de mi Padre?». Pero ellos no entendieron lo que les decía. Jesús volvió con sus padres a Nazaret y vivía sujeto a ellos.
Meditación:
Reflexiona sobre la sabiduría de Jesús aún siendo un niño y cómo María y José, a pesar de no entender completamente, confiaron y respetaron su misión. Considera en tu vida cómo la Virgen de Guadalupe te guía a confiar en los planes de Dios, aunque no siempre los comprendas.
Oración del Día:
Querida Virgen de Guadalupe, en este sexto día, te pido que me concedas la gracia de confiar plenamente en Dios. Ayúdame a tener la fe y la paciencia necesarias para aceptar su voluntad en mi vida, incluso cuando no la entienda del todo. Fortalece mi espíritu para que pueda seguir tu ejemplo de amor y devoción.
Oración Final:
Gracias, Madre Celestial, por ser la estrella que guía mis pasos en la oscuridad. Te ruego que intercedas por mis peticiones y las de todos aquellos que dedican este tiempo a la oración y reflexión. Amén.
Reza un Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria.
Finaliza con la señal de la cruz.