Octavo día de la Novena a la Virgen de Guadalupe

Preparación:
Prepara tu rincón de oración y crea un ambiente de serenidad. Al encender la vela, recuerda que simboliza la luz de Cristo y el amor constante de la Virgen María. Cierra tus ojos y centra tu atención en este acto de fe.

Oración Inicial:
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Virgen María de Guadalupe, en este penúltimo día de novena, me postro ante ti, reconociendo tus milagros y bondades. Pido que continúes intercediendo por mí, guiando cada paso que doy en la senda del Señor.

Lectura Bíblica – Lucas 1:46-49:
Entonces María dijo: «Mi alma glorifica al Señor y mi espíritu se llena de júbilo en Dios, mi Salvador, porque ha mirado la humillación de su servidora. Desde ahora, todas las generaciones me llamarán feliz, porque el Todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas: ¡su Nombre es santo!».

Meditación:
Reflexiona sobre el Magníficat, la alabanza de María al Señor. Considera la humildad y la gratitud de la Virgen y cómo puedes incorporar estas virtudes en tu vida diaria. María es un modelo de devoción y entrega total a Dios.

Oración del Día:
Amada Virgen de Guadalupe, en este octavo día, te ruego que me ayudes a vivir con humildad y gratitud, reconociendo siempre las bendiciones y cuidados que Dios derrama sobre mí. Inspírame a actuar con amor y generosidad hacia los demás, reflejando las enseñanzas y el amor de Cristo.

Oración Final:
Gracias, Madre querida, por estar siempre presente en mi vida y ser mi faro en la oscuridad. Te suplico que continúes intercediendo por mis intenciones y las de todos los devotos que te buscan con un corazón sincero. Amén.

Reza un Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria.

Finaliza con la señal de la cruz.

Todos los días de la Novena a Guadalupe